En este contexto de pandemia, las organizaciones se enfrentan a un cambio al que denominamos “disruptivo”: no hay procesos ni objetivos planificados, un suceso se instala de manera abrupta.
Los impactos de estos sucesos, pueden analizarse desde dos visiones que permitirán traer claridad en la reconfiguración de la organización:
Visión vertical o estructural
Es relevante dimensionar la afectación en todos los niveles de la organización, para orientar las acciones hacia la estructura más eficaz. Se contempla la reubicación de puestos según los conocimientos y expertise que se requieran para lograr la mayor contención organizacional.
También la denominada “poda estructural” para orientar las acciones hacia la eficiencia; sobre todo cuando se tratan de altos impactos negativos en lo económico.
Visión Horizontal
El análisis se centra en cuál es el impacto funcional, que genera el cambio disruptivo; las áreas y los sectores deben definir las cuestiones que no pueden dejar de realizarse por ninguna urgencia o emergencia, y poder establecer que es lo que sí se puede modificar o suprimir para sostener el funcionamiento de cada sector.

En un contexto como el que nos encontramos en la actualidad, frente a un suceso disruptivo como la pandemia, la identificación de los cambios, el análisis del impacto tanto estructural como funcional, permitirá generar los dispositivos necesarios para afrontar la incertidumbre reconfigurando la organización.
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